lunes, 8 de febrero de 2010

Miro tus ojitos mojados y veo cuan insignificante soy. La impotencia de mis manos, de mis palabras, de mi abrazo. Tu voz temblorosa busca una libertad y yo, atenta, te escucho, y mi piel llora fingiendo calma, y tu, tan niño, tan hombre, me haces reir, y ver tus ojitos mojados...cuan insignificante soy...

No hay comentarios:

Publicar un comentario