viernes, 30 de octubre de 2009

¿?

Te preguntás ¿seré yo?. Entre esas caras pegadas al espejo con imanes que tratan de dar color al rincón donde te sentás a pensar. Y el espejo-espejito dice siempre la verdad.Y te pregutás por qué lo haces, cómo es que una hoja se vuelve tu diván, a veces dos lineas entre los borradores de un viejo celular, a veces la memoria, a veces el espejo...Y te pregutás cómo llegaste hasta acá. Quién te dijo que lo hicieras. A quién viste. Y te pregutás por qué. Por qué...así como si nada fuera cerrás todo, negando quien-sabe-qué con tu cabeza y una leve sonrisa y te preparás para salir de aquel rincón. Pero al levantar la mirada, ahí está, el maldito espejo-espejito que entre fotos e imanes mira fijamente sabiendo lo que pensás, boicoteando tu intento de fuga. Resignada y consciente de que esto te llevará más que un cigarrillo, lo mirás, al espejo, a los ojos y esperás que una mínima pelusita te distraiga, una forma de humo, la cortina, la mosca, la pelotita "anti-stress", el cajoncito lleno de todo donde nunca se encuentra nada, los inciensos, la agenda vacía y volvés a levantar la mirada y ves que sigue ahí, esperando. Lo mirás, al espejo, a los ojos y te preguntas ¿seré yo?

jueves, 29 de octubre de 2009

viernes, 9 de octubre de 2009

Cierro los ojos. Me sumerjo y saco un recuerdo desde lo mas profundo de cada postal. Los traigo hacia mi y los revivo. Caras, sonidos, paisajes, olores y sabores...soy un turista en mi habitación. Con los ojos bien cerrados miro a mi alrededor, agarro mi mochila y mi pasaporte, un paraguas por si llueve y traje de baño por si hace calor. La adenalina del viajero empieza a cosquillear. Escucho la primera voz. Rio. No la entiendo, no habla español y, sin embargo, por ese instante es mi amiga, mi compañera, mi maestra. Un trago y seguir el camino es el plan. Mas voces, mas caras con la que familiarizar. Y la ansiedad crece. Esa ansiedad que siente el viajero...cuanto mas conoce, mas hay para conocer y no mucho tiempo que perder. Paisajes que no existen sino en los ojos de quienes los saben ver. Simplemente incontables maravillas. Norte, sur, este y oeste. Por acá, por allá, por ahí, por aquí, porque el mundo es muy grande y la vida corta. Y lo queres todo, y vas armando un pedacito de mundo en tu habitación.